Exceso de pesca
Definición:
El exceso
de la pesca no sólo reduce la existencias de especies, sean o no objeto de
pesca, sino que también causa un fuerte impacto en el ecosistema marino.
La
sobrepesca no es un fenómeno nuevo, pero fue en el siglo XX cuando empezó a
amenazar al planeta en su conjunto. Afecta tanto a los recursos pesqueros como
al entorno (arrecifes, calidad de las aguas,
eliminación del plancton).
Si la
pesca excesiva se contiene y los recursos de las pesquerías se administran de
una manera sostenible, el costo del pescado capturado declina y las cosechas
aumentan a pasos importantes.
Además de
los numerosos costos ambientales, esta actividad implica costos económicos de
gran importancia. Si los recursos de las pesquerías se administran de una forma
adecuada, la cosecha total podría aumentar unos 10 millones de toneladas
métricas, sumando 16.000 millones de dólares anuales a los ingresos brutos a
nivel mundial.
Especies
mas pescadas en el Perú
La
anchoveta, el jurel, la caballa, el bonito, el atún, el machete y la cojinova
que son peces de alta mar. Pero también están las especies costeras como la corvina,
el mero, el coco y la cabinza. La
pota, la concha de abanico y los langostinos son otras especies marinas más comunes en nuestro
litoral y que complementan los productos pesqueros que habitualmente consumimos.
Causas:
- Mala administración de la actividad pesquera.
- Maltrato de los pescadores hacia los peces.
- Aumento de la población, lo que produce mayor demanda.
- El crecimiento incontrolado de la pesca y de las flotas provienen de una sobrecapitalización de la industria.
- Comercialización de peces a nivel nacional e internacional.
Consecuencias
ambientales:
- Cosecha no intencional excesiva de especies que no son objeto de pesca.
- Cosechas reducidas de los peces objeto de pesca.
- Cosecha de especies protegidas.
- Modificaciones en los ecosistemas.
- Muchos de los peces que la gente suele comer para obtener proteínas serán reemplazados por hongos y microorganismos.
- Causa la extinción a gran escala en océanos.
- Desastres ecológicos marinos que se atribuyen a la polución de las aguas.
Soluciones a la problemática de la pesca:
Centros de recuperación de especies autóctonas.
Una de las medidas a adoptar frente a la desaparición de especies autóctonas bien por exceso de pesca, como es el caso del salmón en la cornisa cantábrica o de la trucha común en toda España, por hibridación con razas alóctonas, es la creación de centros o piscifactorías de investigación en las que a partir de ejemplares salvajes, se consigan reproducir en cautividad con el fin de repoblar aquellos cursos de agua especialmente castigados.
Existe una
gran controversia acerca de la conveniencia o no de realizar repoblaciones
frente a la posibilidad de vedar los cursos de agua para que se produzca una
regeneración natural de las poblaciones.
Por otro
lado, el proteger una especie determinada sin proteger o conservar
adecuadamente el hábitat en que se desarrolla no servirá de nada, puesto que
tan importante o más es un aspecto como el otro
Incremento de personal
y material de gestión.
Tal y como se
desprende de la lectura de estas líneas, la solución no está en manos de un
sólo sector, sino que es necesario que pescadores, Administración, científicos,
pongan de su parte para conseguir un objetivo común, la conservación y el
disfrute de los ríos y embalses.
Pero
realmente, casi ninguna medida tendrá efecto si por parte de la Administración
no se aumentan los efectivos materiales y humanos empleados en la gestión de la
pesca, no sólo de guardería.
Control de la
introducción de especies alóctonas.
Sería
necesario que se aplicase la legislación vigente en materia de introducción de
especies y razas alóctonas y que como criterio inicial se denegase cualquier
introducción en tanto en cuanto no se realizase un estudio pormenorizado de los
efectos de dicha introducción y se justifique adecuadamente los motivos de
dicha introducción.
Hasta la
fecha, salvo las introducciones en embalses y en los casos en los que las
especies introducidas no se han extendido por los ríos adyacentes, no puede
decirse que hayan sido afortunadas y sus efectos han sido bastante más
negativos que positivos.
Periodos de veda
extraordinarios.
Para
recuperar aquellos tramos cuyas poblaciones hayan sido mermadas o cuando los
caudales bajan demasiado escasos por la sequía se suele recurrir a periodos de
veda extraordinarios con el fin de permitir la recuperación natural de las
mismas. Se trata de una medida impopular entre el colectivo de los pescadores
pero necesaria. Es el caso de los ríos de Sierra Nevada, que durante la sequía
de 1992-95 se vedaron para el ejercicio de la pesca durante un par de
temporadas, ya que los caudales eran mínimos.
Establecimiento de
caudales ecológicos en ríos regulados.
En la
actualidad, el término caudal ecológico no se contempla en ninguna Normativa de
régimen nacional por lo que no existe un criterio establecido a la hora
de determinar el caudal ecológico de un río, lo cual con frecuencia ocasiona
agravios comparativos. A nivel autonómico, tan sólo en Normativa de la
Comunidad Autónoma del Principado de Asturias viene recogido como tal y
establece unas fórmulas en función del caudal, la fauna piscícola y que sea
tramo alto o bajo del río, basándose en la Normativa suiza y francesa al
efecto.
Disminución de los
niveles de contaminación acuática.
Sin duda, una
de las soluciones más importantes y que más urge poner en marcha es la
reducción de los niveles de contaminación de los cursos de agua. Los planes
correctores de los polos químicos, junto con la obligatoriedad de instalar
plantas depuradoras de aguas en aquellas empresas que produzcan vertidos
contaminantes y el actual plan de depuración de aguas residuales de núcleos
urbanos, son pasos importantes pero no definitivos.
Educación ambiental.
Es cierto que
la conservación de especies piscícolas requiere de medidas llevadas a cabo por
la Administración y los titulares de los aprovechamientos, pero no es menos
cierto que, en último extremo, son el colectivo de pescadores quienes van a
llevar a cabo el uso del recurso y que las acciones encaminadas a conservar y a
mejorar, no sirven de nada si éstos no realizan un uso racional. Es muy
importante inculcar la necesidad de llevar a cabo un desarrollo sostenible de
los recursos acuícolas con el fin de mantener el equilibrio en los ecosistemas,
favoreciendo su homeostasis natural (regulación y recuperación), de forma que
se economice en inversiones (sueltas y repoblaciones) y se mejore la calidad de
las piezas cobradas, uno de los principales intereses del colectivo pescador.
En la pesca
existe una modalidad que resulta muy beneficiosa para las especies pescables y
que es la denominada pesca sin muerte, que consiste en devolver a las aguas los
ejemplares inmediatamente después de ser capturados. Está comprobado que el 96
% de los ejemplares devueltos al medio, si han sido capturados con cebos
artificiales, que suelen capturar a los peces de zonas no vitales sobreviven
una vez liberados.
Son estas
actitudes, la devolución de los peces al agua una vez pescados o el no llevar a
casa la totalidad de ellos, las que contribuyen a mejorar las poblaciones y a
conservar el ecosistema y son estas actitudes las que hay que transmitir a los
pescadores, desde foros como este y por parte de campañas de educación ambiental
promovidas desde la Administración o en colaboración con las Sociedades de
Pescadores y la Federación de Pesca
A fin de
cuentas, los pescadores son uno de los sectores más interesados en que las
poblaciones de especies piscícolas se conserven adecuadamente para poder
seguir practicar su deporte.